La construcción de la presa Picachos en Sinaloa provocó la inundación de pueblos aledaños, sus habitantes exigen ser indemnizados por el gobierno del Estado y Federal
Comuneros desplazados de los pueblos afectados por la construcción de la presa Picachos, cumplieron con su amenaza de llevar cadáveres exhumados al malecón del puerto de Mazatlán.
En cinco cajas depositaron restos humanos, le pusieron flores y veladoras y también llevaron animales.
Con las cajas de madera y con mantas bloquearon por más de dos horas un carril de la zona Dorada, justo en el entronque de avenida del Mar y Rafael Buelna, desquiciando el tráfico.
Encabezados por Atilano Román y María del Rosario Alapizco, los comuneros manifestaron su indignación y acusaron al gobierno de "bandido y desgraciado", por no apoyarlos y dejarlos solos.
"No se vale que nos traigan en la incertidumbre, moviéndonos como pelotas de un lado a otro, si nos hubieran cumplido, estuviéramos muy a gusto con nuestras carreteras bien hechas y nuestros difuntos en sus panteones.
El gobierno no avisó del cierre del túnel de la presa, pues cuando se dieron cuenta, ya había animales de granja en el agua, no hizo caso del daño que ocasionó a las casi dos mil personas de esos seis pueblos afectados.
También llevaron al plantón burros, borregos y puercos, los que luego trasladaron al plantón permanente que tienen frente a las oficinas del Fondo de Infraestructura Hidráulica de Sinaloa, también ubicadas en la Zona Dorada. Mazatlán, Sin./Yovana Gaxiola (El Universal)
En cinco cajas depositaron restos humanos, le pusieron flores y veladoras y también llevaron animales.
Con las cajas de madera y con mantas bloquearon por más de dos horas un carril de la zona Dorada, justo en el entronque de avenida del Mar y Rafael Buelna, desquiciando el tráfico.
Encabezados por Atilano Román y María del Rosario Alapizco, los comuneros manifestaron su indignación y acusaron al gobierno de "bandido y desgraciado", por no apoyarlos y dejarlos solos.
"No se vale que nos traigan en la incertidumbre, moviéndonos como pelotas de un lado a otro, si nos hubieran cumplido, estuviéramos muy a gusto con nuestras carreteras bien hechas y nuestros difuntos en sus panteones.
El gobierno no avisó del cierre del túnel de la presa, pues cuando se dieron cuenta, ya había animales de granja en el agua, no hizo caso del daño que ocasionó a las casi dos mil personas de esos seis pueblos afectados.
También llevaron al plantón burros, borregos y puercos, los que luego trasladaron al plantón permanente que tienen frente a las oficinas del Fondo de Infraestructura Hidráulica de Sinaloa, también ubicadas en la Zona Dorada. Mazatlán, Sin./Yovana Gaxiola (El Universal)
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