Eduardo Dávila Aguirre, Presidente de la Canaco Saltillo, dijo que la SCT no ha atendido sus peticiones. La autopista Saltillo-Monterrey, inició operaciones hace poco más de una semana, el primero de octubre, tras una inversión de 3 mil millones de pesos.
La Canaco demandó a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes hacer una revisión sobre la seguridad de la nueva autopista Saltillo-Monterrey.
Eduardo Dávila Aguirre, Presidente de la Cámara de Comercio de Saltillo, dijo que la SCT no ha atendido las peticiones de la Iniciativa Privada.
La autopista Saltillo-Monterrey, con una extensión de 50 kilómetros inició operaciones hace poco más de una semana, el primero de octubre, tras una inversión de 3 mil millones de pesos.
El día de su arranque, a primera hora, agentes de la Policía Federal Preventiva destacaron que la nueva vialidad carecía de retornos para atender emergencias y ese mismo día por la tarde, alrededor de las 16:30 horas, la autopista registró un segundo deslave; el primero había sido durante su construcción.
El presidente de la Canaco recordó que antes de que se inaugurara la autopista, las cámaras empresariales locales pidieron una revisión de la seguridad de la vía aunque esto representara una demora en la apertura.
Sin embargo, dijo, la petición no se atendió.
“Se hicieron oídos sordos a la petición de la Iniciativa Privada y ahora vemos con desagrado algunas consecuencias que ha tenido esta decisión y pues nuevamente hacemos el llamado a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para que tome cartas en el asunto.
“Es muy delicado lo que está sucediendo, es verdad que va a tener un beneficio para toda la comunidad de la región Sureste de Coahuila y de Nuevo León, pero no podemos pasar por alto la seguridad de las personas que transitan ahí”.
Dávila Aguirre destacó que hace falta mayor señalización y que se eliminen los potenciales deslaves.
También es necesario que se cuente con retornos para comunicar ambos cuerpos de la autopista y que se informe más de la curva pronunciada al final de la vía, rumbo a Saltillo.
La curva, señaló, podría ocasionar accidentes si se toma a la velocidad promedio en que se estableció el límite en la autopista. Saltillo, Coah.
Eduardo Dávila Aguirre, Presidente de la Cámara de Comercio de Saltillo, dijo que la SCT no ha atendido las peticiones de la Iniciativa Privada.
La autopista Saltillo-Monterrey, con una extensión de 50 kilómetros inició operaciones hace poco más de una semana, el primero de octubre, tras una inversión de 3 mil millones de pesos.
El día de su arranque, a primera hora, agentes de la Policía Federal Preventiva destacaron que la nueva vialidad carecía de retornos para atender emergencias y ese mismo día por la tarde, alrededor de las 16:30 horas, la autopista registró un segundo deslave; el primero había sido durante su construcción.
El presidente de la Canaco recordó que antes de que se inaugurara la autopista, las cámaras empresariales locales pidieron una revisión de la seguridad de la vía aunque esto representara una demora en la apertura.
Sin embargo, dijo, la petición no se atendió.
“Se hicieron oídos sordos a la petición de la Iniciativa Privada y ahora vemos con desagrado algunas consecuencias que ha tenido esta decisión y pues nuevamente hacemos el llamado a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para que tome cartas en el asunto.
“Es muy delicado lo que está sucediendo, es verdad que va a tener un beneficio para toda la comunidad de la región Sureste de Coahuila y de Nuevo León, pero no podemos pasar por alto la seguridad de las personas que transitan ahí”.
Dávila Aguirre destacó que hace falta mayor señalización y que se eliminen los potenciales deslaves.
También es necesario que se cuente con retornos para comunicar ambos cuerpos de la autopista y que se informe más de la curva pronunciada al final de la vía, rumbo a Saltillo.
La curva, señaló, podría ocasionar accidentes si se toma a la velocidad promedio en que se estableció el límite en la autopista. Saltillo, Coah.
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