Mientras los hombres cargaban sus pertenencias, las mujeres discutían con los uniformados, "nos vamos a unir con los narcos para que les corten la cabeza", dio enardecida una de ellas.
El desalojo de unas 40 familias de la colonia irregular 10 de Agosto, en el punto conocido como La Zanja, en la zona Diamante del puerto la mañana de este miércoles fue el pretexto para que policías municipales y vándalos cometieran actos de rapiña.
Al filo de las 07:00 horas, unos 50 policías preventivos y antimotines acompañaron al Juez Quinto del Ramo Penal, Carlos Meza Román para dar cumplimiento a una orden de desalojo en favor de Idolfo Medina Izazaga de un predio de una hectárea en la exclusiva zona, entre el bulevar de Las Naciones y el mar, en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de Acapulco.
Unos 40 jóvenes vándalos cubiertos de la cabeza con sus playeras, inciaron el desalojo y ante la indolencia del juez y los policías municipales golpearon a mujeres y niños y saquearon viviendas.
Mónica Maldonado Domínguez acusó que a su sobrina de dos meses fue lesionada ya que los vándalos y los policías jalonearon a su papá para sacarlo de la vivienda.
Así, en varias viviendas, la mayoría construidas con lámina de cartón y madera de palma, los jóvenes vándalos y policías golpearon a la gente hasta que se dio una tregua y accedieron al desalojo de manera pacífica, según declaró a Milenio el representante de los colonos, Wulmaro Suástegui Petatán.
Por la cerrada de Tamarindos, acceso principal al predio se instalaron vehículos donde los precaristas comenzaron a colocar sus pertenencias; se observaron a decenas de hombre cargando sobre sus hombros colchones, mesas y aparatos electrodomésticos.
Al fondo de la calle, los vándalos se replegaron y retaban a los medios de comunicación a que se acercaran y los amenazaban con arrancarles cámaras fotográficas y de video; incluso, algunos de ellos posaban ante las cámaras haciendo señas con los dedos de las manos, como lo hacen las pandillas centroamericanas como la Mara Salvatrucha.
Mientras los hombres cargaban sus pertenencias, las mujeres discutían con los uniformados, "nos vamos a unir con los narcos para que les corten la cabeza", dio enardecida una de ellas.
Otra, señalaba a uno de los agentes de que la había arrastrado por la calle de tierra, mientras el policía que estaba armado con una punta de metal intentaba escabullirse.
Fue entonces que las mujeres descubrieron que la cabina de la Patrulla 006 estaba repleta de aparatos electrodomésticos, "aquí tienen mi tele, hijos de la chingada rateros", gritó Mercedes Jarquín Juárez, quien estaba armada con machete en ambas manos.
La turba de mujeres furiosas empezaron a golpear la camioneta de la policía para que les entregaran sus cosas y fue cuando en otra de las patrullas encontraron más aparatos y herramientas de trabajo como palas y picos, así como dos aparatos fumigadores contra el dengue que los colonos tenían para el uso colectivo.
Finalmente, los policías accedieron al filo de las 10:00 horas a abrir las camionetas y regresar las pertenencias a los precaristas desalojados.
José Juan Delgado /La Zanja, Guerrero (Milenio)
Al filo de las 07:00 horas, unos 50 policías preventivos y antimotines acompañaron al Juez Quinto del Ramo Penal, Carlos Meza Román para dar cumplimiento a una orden de desalojo en favor de Idolfo Medina Izazaga de un predio de una hectárea en la exclusiva zona, entre el bulevar de Las Naciones y el mar, en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de Acapulco.
Unos 40 jóvenes vándalos cubiertos de la cabeza con sus playeras, inciaron el desalojo y ante la indolencia del juez y los policías municipales golpearon a mujeres y niños y saquearon viviendas.
Mónica Maldonado Domínguez acusó que a su sobrina de dos meses fue lesionada ya que los vándalos y los policías jalonearon a su papá para sacarlo de la vivienda.
Así, en varias viviendas, la mayoría construidas con lámina de cartón y madera de palma, los jóvenes vándalos y policías golpearon a la gente hasta que se dio una tregua y accedieron al desalojo de manera pacífica, según declaró a Milenio el representante de los colonos, Wulmaro Suástegui Petatán.
Por la cerrada de Tamarindos, acceso principal al predio se instalaron vehículos donde los precaristas comenzaron a colocar sus pertenencias; se observaron a decenas de hombre cargando sobre sus hombros colchones, mesas y aparatos electrodomésticos.
Al fondo de la calle, los vándalos se replegaron y retaban a los medios de comunicación a que se acercaran y los amenazaban con arrancarles cámaras fotográficas y de video; incluso, algunos de ellos posaban ante las cámaras haciendo señas con los dedos de las manos, como lo hacen las pandillas centroamericanas como la Mara Salvatrucha.
Mientras los hombres cargaban sus pertenencias, las mujeres discutían con los uniformados, "nos vamos a unir con los narcos para que les corten la cabeza", dio enardecida una de ellas.
Otra, señalaba a uno de los agentes de que la había arrastrado por la calle de tierra, mientras el policía que estaba armado con una punta de metal intentaba escabullirse.
Fue entonces que las mujeres descubrieron que la cabina de la Patrulla 006 estaba repleta de aparatos electrodomésticos, "aquí tienen mi tele, hijos de la chingada rateros", gritó Mercedes Jarquín Juárez, quien estaba armada con machete en ambas manos.
La turba de mujeres furiosas empezaron a golpear la camioneta de la policía para que les entregaran sus cosas y fue cuando en otra de las patrullas encontraron más aparatos y herramientas de trabajo como palas y picos, así como dos aparatos fumigadores contra el dengue que los colonos tenían para el uso colectivo.
Finalmente, los policías accedieron al filo de las 10:00 horas a abrir las camionetas y regresar las pertenencias a los precaristas desalojados.
José Juan Delgado /La Zanja, Guerrero (Milenio)
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