Durante el operativo los elementos del Ejército mexicano liberaron a un joven secuestrado y detuvieron a cuatro personas, dos de las cuales eran originarias de Estados Unidos
Elementos del Ejército Mexicano liberaron a un joven secuestrado y detuvieron a cuatro presuntos plagiarios, entre ellos una mujer y un hombre originarios de Estados Unidos de 18 y 20 años que dijeron trabajar para Teodoro García Simental "el Teo", a quien autoridades identifican como aliado del cártel de Sinaloa en Tijuana.
Además se les decomisaron tres armas largas, mil 698 cartuchos de alto poder, 14 cargadores y dos vehículos en los que se presume cometían sus ilícitos.
Los otros detenidos, ambos originarios de Sinaloa, apenas cuentan con 18 y 23 años, informó la Secretaría de la Defensa Nacional (SDN).
Todos fueron presentados en las instalaciones del cuartel militar en Tijuana, momento que la mujer aprovechó para ostentarse como menor de edad y negar su participación en el plagio, aunque sí admitió que tenía conocimiento de que su hermano, detenido con ella, custodiaba las armas incautadas.
De acuerdo con la información preliminar, los presuntos secuestradores exigían un millón de dólares por liberar a su víctima, un joven de 19 años que fue confundido con el hijo de un empresario ferretero con quien trabajaba.
La SDN informó que este logro es resultado de la investigación de una denuncia ciudadana que alertó sobre la presencia de una persona privada de la libertad en un domicilio particular de la colonia Loma del Dorado, en la delegación Cerro Colorado, al este de la ciudad.
Sabía de las armas, no del secuestro
La joven, identificada como Nancy Eloise Toledo Garay, originaria de La Mesa, California, aprovechó la presencia de medios de comunicación en el cuartel para aclarar que es menor de edad. "Tengo 17 años, ¿okay?", advirtió mientras la custodiaba un soldado.
Ante representantes de la prensa, sostuvo en tono irónico y retador que ella, junto con su hermano, Tedy Toledo Garay, de 20 años sabían de las armas decomisadas, pero no de que había una persona plagiada.
Los otros detenidos fueron identificados como David Sánchez Núñez y Román Roque Núñez, de 23 y 18 años, respectivamente, originarios de Sinaloa.
Seis días de infierno
El liberado agradeció la participación del Ejército en su liberación y reveló que prefiere no vivir en Tijuana, donde se siente muy inseguro.
Al ofrecer su testimonio, el joven explicó que su familia no cuenta con recursos y antes de trabajar en una ferretería laboró como albañil y después en un lavado de autos, donde conoció a un hombre que le ofreció empleo en el negocio donde finalmente fue secuestrado.
Explicó que dada su escasa economía, nunca pensó que podría ser víctima de secuestro.
Con la voz entrecortada por el llanto, el joven pidió a la comunidad denunciar cualquier ilícito que observe en su entorno.
A pesar de que apenas cuenta con 19 años, ya está casado y tiene una pequeña hija a quien temió no volver a ver, pues a cada momento era amenazado de asesinato.
Los seis días de cautiverio fueron un infierno porque no sólo no recibía comida ni agua, también vivió con la zozobra constante de no salir vivo de su amarga experiencia. Tijuana, BC (El Universal)
martes, 26 de mayo de 2009
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