miércoles, 28 de abril de 2010

Guillermo Fernández García, director de Seguridad Pública del municipio de Tizayuca se encuentra arraigado junto con Fernando Vargas Soledad, director

El dirigente de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Azael Santiago, dijo que se pedirá ante la justicia federal una acción legal para urgir el castigo a los responsables de la agresión contra la caravana internacional por la paz que arribaba al poblado indígena de San Juan Copala.

El magisterio y la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) acusaron al Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT) y a la organización denominada “Unidad para el Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort) del ataque perpetrado en contra de la caravana internacional por la paz que arribaba al poblado indígena de San Juan Copala, donde murió el extranjero de origen finlandés Jiri Antero y la activista Beatriz Cariño.

En rueda de prensa el dirigente de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Azael Santiago, dijo que se pedirá ante la justicia federal una acción legal para urgir el castigo a los responsables de la agresión.

Rechazó que su organización haya perturbado la paz de la zona triqui, dijo que la emboscada fue un acto premeditado orquestado por los grupos paramilitares que tibe bajo su tutela el gobierno de Ulises Ruiz en dicha demarcación, considerada una zona hostil, un pueblo sin ley.

“No queremos que nuestra queja de justicia termine en una acto de militarización, cuando es evidente que los responsables de la violencia son aquellos grupos que auspician y permiten la impunidad a favor de los cacicazgos regionales”.

Mientras tanto una de las sobrevivientes del ataque Gabriela Jiménez, admitió que “fueron perseguidos como conejos o ratas”, por gente armada que rafagueó sin razón la comitiva internacional.

Aseguró que estuvieron retenidos, que fueron despojados de sus partencias y que también fueron obligados a abandonar la zona en condiciones infrahumanas.

Indica que los agresores son gavillas de jóvenes no mayores a los 30 años que portan capucha y utilizan rifles de asalto y que se dicen dueños del territorio.

Agrega que tras el ataque a las unidades, varios activistas buscaron huir. Algunos se encuentran desaparecidos, tal es el caso de David Vengas y Noe Bautista.

También hay desaparecidos varios reporteros entre ellos integrantes de la revista Contralínea y del periódico local Despertar.

Por otro lado la Procuraduría General de Justicia confirmó que han sido rescatadas dos victimas de la embocada.

Se reportó que los cadáveres fueron sacados por varias patrullas de la policía preventiva siendo trasladados al descanso municipal de Juxtlahuaca.

Los cuerpos estaban aún adentro de una de las camionetas, que fueron rafageadas por los paramilitares.
Oaxaca, Oax.

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